En el Diario Montañés: Un alumno le pregunta a Revilla ...

¿Por qué Revilla quiere quitarle el concierto al colegio Torrevelo?

Guillermo Berián

Soy un alumno del colegio Torrevelo, con una antigüedad en sus aulas que ya me permite considerarme de los veteranos del mismo. Como ya sabe, la Consejería de Educación de gobierno de Revilluca nos ha suprimido la aportación económica que recibíamos desde hace doce años, que permitía -como en los demás colegios de Cantabria- que nuestros padres pudiesen matricularnos en Torrevelo.

Yo, hasta ahora, la verdad es que no me he preocupado demasiado del tema, pues bastante tengo con sacar el curso adelante y dedicar un tiempo a mis aficiones favoritas. Pero ahora estoy un tanto perplejo y dándole vueltas al coco por las cosas que veo y que no me cuadran o me desconciertan. Me han dicho que nos quitan las pelas porque el colegio no tiene alumnas. La verdad es que no entiendo qué tiene que ver eso con las pelas. A mi la verdad es que no me importaría que estuviesen, pero tampoco estoy mal como estoy. Recuerdo que en preescolar tenía compañeras, pero la verdad es que no las hacíamos demasiado caso. Junto a Torrevelo está el colegio Peñalabra, que es de niñas y los padres de Torrevelo llevan a sus hijas allí. Coincidimos con ellas en la ruta, pero cada uno va a lo suyo. Me pregunto quién le manda a la consejera meterse en este asunto, diciéndoles a mis padres y a los de mis compañeros dónde tienen que llevar a sus hijos y con quién, si quieren que suelte las pelas.

Tampoco entiendo otra cosa: Revilluca estuvo en el colegio el pasado curso, en una charla amena con los alumnos mayores. Me pareció una buenísima persona, simpático, agradable y sobre todo, amigo leal que apreciaba al colegio y a sus alumnos. La verdad es que no esperaba esto de él, me parece una puñalada trapera. Por lo menos, que no hubiese venido al colegio.

Ya sé que esto de la política es muy complejo y difícil, pero también sé que las actuaciones sectarias y de destrucción de los que no piensan como uno quiere, al final se vuelven en contra de quien las promueve.