viernes, 13 de marzo de 2009

Una madre de Peñalabra escribe a Revilla


María García Santos




Excmo. Sr. Presidente del Gobierno de Cantabria


D. Miguel Ángel Revilla Roiz


Querido Presidente:


Leo en la prensa local un artículo referente a la posible cancelación del concierto de subvención económica establecido entre la Consejería de Educación y los colegios que forman parte del Grupo Fomento, Torrevelo y Peñalabra, este último, al que pertenecen mis tres hijas.


La mayor se llama Celia, aunque su primer nombre fue Xiu Shu, pues es de origen chino, una de nuestras mayores motivaciones en la lucha diaria.


Lo que fue el destino… pues tras ella, lo que en un principio parecía negársenos constantemente en nuestro proyecto de familia, se convertía en un hecho; el nacimiento de otras dos hijas, esta vez biológicas María y Teresa, que seguro, sin la llegada de Celia, no hubiera sido posible.


Cuando una se sumerge de pleno en esta indescriptible experiencia, empiezan a volar y a surgir en mi mente miles de preguntas, ¿Cómo serán de mayor? Si crecerán sanas, si tendrán siempre a sus padres, los medios materiales imprescindibles, su educación, etc… Usted que es padre, ya sabe a que me refiero.


Este punto me hace llegar a la conclusión de lo afortunada que soy al vivir en un país como España, con una democracia parlamentaria que, ajustándome a unos derechos y deberes, me permiten vivir en total libertad.


Pero además estoy muy orgullosa de disfrutar de esta libertad concretamente en esta maravillosa Región de la que Usted es Presidente, Cantabria. Hoy en día, y objetivamente, envidiable en muchos aspectos a otras comunidades autónomas, pero sobre todo viendo sin ir más lejos el caso de comunidades limítrofes; envidiable por la libertad que uno puede respirar de Santander a Reinosa, y de Castro Urdiales a Unquera.


Pero mi querido Presidente, tras esta noticia comentada al inicio de esta carta, no dudo en recurrir a Usted por su calurosa cercanía hacia nosotros, sus paisanos; y de forma directa, sincera y un tanto familiar, lo hago como lo hacen los niños asustados cuando ven que algo va mal, y con miedo, temblorosos, rápidamente, corren a protegerse entre las piernas de “su padre”, pues observo, que con la decisión que tomará la Consejería de Educación, realmente esta poniéndose en juego algo de mucho más valor que la suspensión económica de un concierto, como es la libertad. LA LIBERTAD a elegir un tipo de ecuación amparada por nuestra constitución y por nuestras leyes. LA LIBERTAD de la que siempre he presumido, y de la que he disfrutado especialmente aquí, en esta Cantabria plural, en la que todos cabemos y por la que de forma particular, y casi desde que Usted vestía pantalones cortos Presidente, lucha.


Como madre de familia, como Cantabra y en cierta medida como hija –a nivel institucional-, le pido, desde lo más hondo de mi corazón, que no permita, que lo que tanto costo conseguir, “LA LIBERTAD” por lo que tanto hemos luchado, poco a poco se vea carcomida por este tipo de movimientos partidistas; rogándole tome las medidas oportunas para que no se lleve a efecto este atropello que repercutirá en muchas familias cántabras que día tras día no escatiman esfuerzos de todo tipo para conseguir sacar adelante sus ilusionantes proyectos.


Con la esperanza de que mis ruegos lleguen a sensibilizarle ante la citada situación, ruego a Dios para que le guarde muchos años entre nosotros al frente de sus mejores intenciones.


María García Santos


Madre de familia del Colegio Peñalabra

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