Padres de otros colegios nos apoyan

Libertad sin dinero.

En unas fechas en las que se alardea de progresismo y de avances tecnológicos, volvemos en Cantabria a prácticas arcaicas como la de tener que comprar la libertad, como podía hacerse antiguamente en algunas sociedades con esclavos. En un apartado que incide directísimamente en la cultura, de la que Santander pretende ser la capital europea, quiere eliminarse la libertad que tienen los padres a la elección de centro educativo. Y es que el nuevo ataque de la Consejería de Educación en Cantabria tiene como objetivo retirar el concierto educativo al colegio Torrevelo.

En mi humilde opinión, esta retirada se debe a que a la Consejería no le gusta el estilo propio del citado colegio y una forma de intentar borrarlo del mapa es retirándole el dinero que le proporciona el concierto suscrito.

Yo no llevo a mis hijos al colegio Torrevelo, pero veo claramente un ataque a las libertades logradas con muchos años de esfuerzo común. La Consejería de Educación busca someter a los centros de enseñanza no estatales a sus preferencias pagándoles, a modo de impuesto revolucionario, con un concierto. Esta Consejería aplica entonces una política arbitraria en la concesión de conciertos educativos.

Es importante señalar que en este caso concreto no se trata de dar o no dar el concierto, sino de quitarlo, introduciendo incertidumbre en las familias que libremente han optado por el modelo educativo de los colegios de Fomento, aportando más inseguridad en el sistema educativo en general.

¿Cuál será la próxima libertad que censuren los gobiernos socialistas que presumen de proporcionar libertad? No lo sé, pero si te sometes te darán dinero y si quieres ser libre no te darán ni un céntimo.

Jorge Calandra Reula.

Profesor de un instituto público.

Quiero adherirme totalmente a la protesta de los padres de los niños del colegio Torrevelo. La supresión del concierto atenta claramente contra la libertad de elección y eso nos afecta a todos. Yo tengo a mi hija en el colegio Kostka, así lo decidimos y estamos contentos, pero soy de las que piensan que es mucho mejor que los colegios no sean mixtos; la diferencia en la evolución de la madurez y los problemas de atención que aparecen en la adolescencia cuando están juntos, me hacen pensar que es una ventaja y no un inconveniente la separación. Tiempo hay para todo y somos millones los que habiendo estudiado en colegios separados hemos aprendido mucho, madurado emocionalmente y vivido una vida totalmente plena en todos los sentidos.
Selma Casanueva del Val