domingo, 19 de abril de 2009

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE REVILLA PUBLICADA EN EL DIARIO MONTAÑÉS


Soy cántabra de adopción desde hace 12 años, mi marido desde hace 18 años y nuestros tres hijos nacieron en esta bella tierra (9, 7 y 3 años) de la que no queremos irnos. Trabajamos con ilusión en la Universidad de Cantabria y en Caja Cantabria, intentando poner nuestro grano de arena en la prosperidad de esta tierra que nos acoge. Todos mis compañeros de trabajo han elegido el colegio donde quieren educar a sus hijos, no han tenido que pagar por ello. Han tenido la suerte de que el modelo educativo que querían, estaba bendecido por los que rigen la educación en Cantabria.

Yo también disfruté del dinero público mientras me parecía bien ese modelo educativo y esos proyectos pedagógicos, pero cuando tuve la osadía de cuestionarlos, de responderme a las preguntas que me surgían y decidí cambiar a mis hijos al colegio Peñalabra se acabó lo que se daba. ¿Por qué? ¿No seguíamos siendo los mismos contribuyentes?

Nos dicen que no se cumple la ley, que no se pueden financiar con dinero público los centros que no cumplen la ley. Yo he leído la LOE y sólo habla de que no se puede discriminar a los alumnos por cuestión de sexo. En mi colegio no discriminan a las alumnas, porque reciben la misma educación, con la misma calidad de medios y profesorado que los chicos, que es por otro lado lo que repiten en la Unesco. Usted entenderá que, independientemente de lo que dijera la ley, si yo viera que a mis hijos se los discrimina, no los enviaría ahí. Todo lo contrario, mis hijos son felices desde que estudian en Peñalabra, no hay nada perfecto, pero se acerca mucho a lo que yo quiero para mis hijos: disciplina, exigencia, esfuerzo, dedicación del profesorado y educación en valores cristianos. Respeto a todos aquellos que prefieren otros modelos pedagógicos como me gustaría que me respetaran a mí. Lo que sí tienen en cuenta en su modelo pedagógico es que los niños y las niñas no son iguales, que no quiere decir que no sean iguales en dignidad, ni merezcan disfrutar de igualdad de oportunidades, simplemente que son distintos y es una opción pedagógica posible atender a estas diferencias.

Aún entendería que se diera más dinero para educación a aquellas personas con menor renta, lo que no entiendo es que se nos discrimine por ideología, no entiendo que mis compañeros que cobran como yo, puedan ahorrarse el dinero de la educación, simplemente porque han tenido la suerte de pensar como la Consejera de Educación.

Hasta ahora con muchísimo esfuerzo, porque son tres los niños, he podido pagar el colegio, vamos de vacaciones con los padres y suegros, casi no gastamos en ropa ni en ocio y ahora ESTOY DESESPERADA porque no sé si podré ajustarme más el cinturón cuando nos quiten el concierto al Torrevelo. Por favor, escuche nuestra voz, por la libertad y por la democracia,
Nota: Te animamos a opniar pichandoacá

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